Algunos dicen que Horacio Rodríguez Larreta nunca tragó a Patricia Bullrich desde que la nombraron presidenta nacional del PRO, de hecho, es la candidata natural para ganar la interna presidencial contra Horacio y a una insalvable Vidal que no podrá ni competir para jefa de Gobierno después del escándalo de la GESTAPRO. Sin Vidal en cacha, Bullrich se impondría a Larreta en una interna PRO, salvo que se presente Mauricio Macri por dicho espacio y sin dar internas.
A patricia le jugaron mal
Desde el Larretismo le hicieron dos trastadas políticas que pueden hacerle salir el tiro por la culata a Don Horacio.
La primera fue el destrato de Larreta que nos cuenta un allegado a Patricia que se dio en privado, y por eso Patricia salió a manifestar en los medios que “no tenía nada personal con Horacio”, lo que pasa que la misma mezquindad política que tuvo Larreta con Lousteau al negarle la interna, la comienza a tener ahora con Patricia, está en su ADN, es un patrón de estancia, o un capataz, porque el verdadero patrón de la estancia PRO es Mauricio Macri y ahí Larreta se calla la boca.
Un asesor de Larreta nos manifestó que el enojo venía porque Patricia venía creciendo mucho y terminó de explotar cuando la aplaudieron masivamente en Pinmar en el verano de 2021. Allí Larreta habría manifestado que la quería fuera de la carrera del PRO.
La segunda chanza que le hicieron a Patricia fue la osada jugada de traer al “primo” Jorge Macri, a ocupar el Ministerio de Gobierno, declarándolo, así, como candidato natural a suceder a Rodríguez Larreta en la Jefatura de Gobierno Porteño, esto corre a Patricia Bullrich que la quieren mandar a jugar a Provincia, y que se arregle.
Con lo que no cuentan los larretistas en con un factor clave, Javier Milei mide 20% en la Provincia de Buenos Aires y 11% a nivel Nacional, un crecimiento exponencial que no se había visto en décadas.
Por eso sostenemos que fue mala la idea de ningunear a Patricia y a Milei, ya que, hipotéticamente, que pasaría si se unieran Patricia y Milei.
Bullrich – Milei tendría muchas más chances de meterse en una segunda vuelta electoral que el desgastado Larreta.