(Alberto Fernández derrotado, desganado y perdido)
LA DECADENCIA DE UN GOBIERNO QUE SE REFLEJA EN LA EXPRESIÓN CORPORAL DEL PRESIDENTE ALBERTO FERNÁNDEZ
Existe una ciencia que estudia este tipo de comunicación corporal: la kinésica o cinésica, de la raíz griega. Engloba el lenguaje corporal derivado de los gestos, la postura o la expresión facial.
Una de la pauta de los expertos se basa en la forma de caminar: se proyectará confianza si se camina de forma erguida y con la cabeza la frente. Hay que evitar andar con las manos en los bolsillos o la espalda encorvada, ya que esto expresa inseguridades, temor y falta de carácter.
Pues en esta foto se lo ve al presidente Alberto Fernández cabizbajo, mirando para abajo y, justamente, con la espalda encorvada.
“Alberto no da más” nos dice un operador justicialista que conoce bien el paño del poder, quiere llegar como pueda al 2023 y entregarle el gobierno a “su amigo Horacio”.
“Le quedó enorme el sillón, no es el Alberto que conocí hace siete años nos dice otro dirigente del conurbano bonaerense”
En el Gobierno le dicen que es como el Glaciar Perito Moreno, cada día tiene más grietas y con peligro de venirse abajo
Los únicos que lo sostendrán, o al menos harán lo posible para sostenerlo hasta el 10 de diciembre de 2023 son Emilio Pérsico y Fernando “CHINO” Navarro (del MOVIMIENTO EVITA), cabe aclarar que la relación del EVITA con CRISTINA está rota.
Navarro habría mandado a su hijo a escribir en Instagram una cartita contra Cristina. Parece una obra de Fellini, pero lamentablemente es la realidad que atraviesa el actual gobierno del Frente de Todos.
Cristina sabe que las elecciones, de mantenerse estas variables, están completamente perdidas y buscará refugiar su fuerza, sus militantes, su músculo político y a su nuevo preferido WADO DE PEDRO (aún no sabemos si como Gobernador desplazando a KICILLOF, o en algún otro puesto jerárquico en la PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Le dejamos a Alberto una frase a su espíritu ya derrotado:
De pocas partidas he aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas. (J. R. Capablanca, ex campeón del mundo de ajedrez).
